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Recepción en el Ayuntamiento en su visita a Malpartida de Cáceres.
Malpartida y Mozambique, ida y vuelta de un viaje solidario

Malpartida y Mozambique, ida y vuelta de un viaje solidario

Cuatro mujeres mozambiqueñas visitan la localidad para conocer a las mujeres de Amigos de Mozambique que elaboran prendas y envían enseres para colaborar con su comunidad

Laura Sánchez

Martes, 18 de julio 2017, 18:09

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No importa lo desfavorecido que sea un pais, la falta de recursos o la carencia de oportunidades, siempre hay detras heroes. En este caso heroinas anonimas, que se enfrentan a las adversidades y luchan con esfuerzo y sacrificio para crear un entorno mejor, menos hostil, mas afable y con mayor esperanza.

En este caso lo encarnan cuatro mujeres, que vienen de una de las zonas mas pobres del mundo, y que cada dia se levantan para apoyar a su comunidad y ayudar a las familias mas desfavorecidas de su entorno. Ahi tiene mucho que ver la labor de Francisco Jose Gonzalez, mas conocido como Paco, el misionero cacereno que durante seis anos trabajo en Mozambique y que ha sido propulsor de tantas iniciativas para generar este movimiento de colaboracion y apoyo. El ya no esta alli, regreso hace un ano y ahora ejerce de sacerdote en Arroyomolinos y fue nombrado delegado de Misiones de la Diocesis Coria-Caceres, pero la semilla que sembro sigue dando frutos, pues estas cuatro mujeres continuan con la labor que promulgaron durante su mision en la zona.

Estas mujeres viven a miles de kilometros de Espana, pero les une un lazo muy estrecho con Malpartida, porque aqui, tambien contamos con nuestras propias heroinas, que con mucho carino crearon en 2009 la asociacion Amigos de Mozambique. Para ello, el Hogar de la Tercera Edad se convierte cada viernes en un taller de costura y alli, entre telas, maquinas de coser y una gran ilusion, elaboran baberos, babis, vestidos... y recaudan fondos que posteriormente envian a esta comunidad desfavorecida.

El HOY se hizo eco de su gran la-bor hace unos meses a traves del articulo Un taller de costura para vestir a Africa, y ahora toca conocer la otra cara de la historia, la de las mujeres mozambiquenas que distribuyen todos los bienes que reciben de estas generosas malpartidenas.

Hablamos con Ana Maria, Benigna, Anaica y Guida. Dos son profesoras, una trabaja en un hospital y otra tiene un negocio de venta de carne en Mozambique. Todas trabajan como catequistas y voluntarias de Caritas. Las cuatro han viajado por primera vez a Espana, su primer viaje a un pais europeo, gracias al proyecto La mujer africana en primera persona, impulsado por Paco.

Es un gesto de agradecimiento por todo el trabajo que realizan en la comunidad: «El trabajo del misionero no es un trabajo individual sino que se hace en colaboracion con otras personas como por ejemplo, con la colaboracion de ellas cuatro», explica el sacerdote.

Con su participacion en el proyecto La mujer africana en primera persona han contado su experiencia. Por lo tanto, son ellas las que tienen la palabra...

Ana Maria trabaja en las distintas areas de la comunidad, tanto como catequista como en el grupo de liturgia y a traves del grupo de Caritas hace visitas a las personas mas necesitadas de la comunidad. «El primer domingo de cada mes, se hace una colecta en la misa y toda la gente colabora de una forma especial para ayudar a la gente mas necesitaba que no tiene que comer», dice.

El grupo de caridad del que forma parte les lleva los alimentos y les acompana, les ayuda con las tareas de limpieza y les da compania. «No solo se colabora solo con dinero matiza la gente colabora con un poco de harina de maiz, tomates, lo que la gente tiene en casa lo comparte con aquellos que menos tienen».

Por su parte, Benigna explica que es profesora de una de las escuelas comunitarias para ninos de tres a cinco anos. Tiene a su cargo a 25 niosyhallegadoatenera35.A los seis anos, estos ninos acuden a la Escuela Publica a cursar Primaria.

«En la comunidad vimos que los ninos acudian a la escuela muy tarde y hicimos dos escuelas comunitarias», detalla Paco. Y Benigna es una de las responsables y acompaa a los ninos durante el calendario escolar. «Nosotros nos encargamos de la organizacion», afirma el responsable de Misiones. «La hacemos de lunes a viernes en la capilla y asi aprovechamos los espacios porque no vimos necesidad de crear nuevas infraestructuras».

Y es la lengua una de las mayores dificultades a las que se enfrentan: «Los ninos hablan changana. Por lo que primero insistimos mucho en que aprendan la lengua portuguesa. En las zonas rurales esta poco generalizada y es una limitacion importante y lo sufren cuando van a Primaria», declara Benigna. «Tambien se les ensenan conceptos fundamentales de higiene, ya que vienen de familias de pobreza severa y no pueden atenderlos adecuadamente. Y poco a poco se ensena los fundamentos basicos de escritura y lectura», apunta.

«Benigna ha sido el alma de estas escuelas y han ido adelante por su empeno y su compromiso», declara Paco orgulloso. Para su formacion, recurrieron a personas con experiencia en la ensenanza de la capital: «Ellas no han tenido oportunidad de una formacion academica, y buscamos en la capital personas con experiencia y con ellas se hizo una formacion durante varias semanas, en la que se invitaron a todos los interesados», anadiendo que «consiguieron una capacitacion muy buena y lo han hecho muy bien, los nios salian de las escuelas tras los tres anos de formacion basica con una buena formacion».

Formacion

Pero ellas no solo se encargan de la formacion academica, en las escuelas comunitarias se les ofrece alimentacion. «Se les hace una papilla de harina de maiz y azucar que les gusta mucho a los ninos y es muy nutritiva. Hay que tener en cuenta que es una zona de pobreza severa, y asi se les garantiza una comida al dia».

Pero, ¿como obtienen los recursos para mantener estos servicios?

«Teniamos una mensualidad, que es poco dinero para todo lo que se hace, pero para ellos es mucho, un euro al mes. Habia familias que no tenian esa posibilidad y ofreciamos la opcion de hacer una contraprestacion en el colegio colaborando en la limpieza de las salas, o con la entrega de algun producto que pudieramos utilizar en cocina. Tambien lavando los babis, los mismos que se hacen en Malpartida. Buscamos la manera de que aporten algo para que colabore», detalla Paco. «Tambien muchas personas economicamente colaboran con nosotros», concluye.

Por su parte, Ana Maria es catequista y ensena a siete ninos. La formacion consiste en cinco cursos y el sexto se bautizan. Tambien trabaja con ninos dando clases de apoyo, labor que desempena con 30 nios: «Divido las clases los lunes, miercoles y viernes para a los ninos de primero y segundo, y los martes y jueves para los ninos de tercero cuarto y quinto curso», afirma. Ella trabaja coordinada con los profesores de Primaria y su labor es fundamental: «Los ninos en casa no estudian y se decidio abrir una sala para que vinieran a estudiar y tuvieran a alguien que les acompanase».

En esta labor, destaca la importanciade leer y escribir. «Uno de los objetivos es centrarse en aquellos que tienen mas dificultades. Hay nios de tercero y cuarto que no saben leer y no identifican las letras. Y en las familias hay poca motivacion para que los ninos estudien».

Al igual que en la Escuela Comunitaria, la situacion familiar de los ninos es dificil, y finalizan las horas de estudio con una merienda: «Una infusion con galletas o una papilla de maiz y azucar. Y tambien sirve para motivarlos y para que coman algo, porque hay epocas muy dificiles, especialmente en anos de sequia». Y ella se encarga tambien de esa tarea.

Del mismo modo contamos con el testimonio de Guida, que encara el dia a dia de los enfermos en un lugar sumido en la pobreza con su trabajo en el hospital. Se encarga de orientar a enfermos con VIH. Su labor es que los afectados puedan tomar el tratamiento adecuadamente, pero se enfrentan tambien a la desnutricion y a la falta de recursos.

«En el hospital no hay las condiciones que me gustaria», apunta. «A veces, los tratamientos para los nios se terminan, para los adultos solemos tener pero para los ninos no siempre llegan a tiempo y a veces no tienen suficiente medicacion», senala. A ello, anade que muchos nios no tienen a sus padres porque han fallecido por la enfermedad y les cuidan los abuelos, y no saben suministrarles de forma adecuada el tratamiento, por lo que ella aconsejan como hacerlo.

El VIH explica que es una de las enfermedades mas presentes en la zona, al igual que la malaria. Tambien senala la falta de transporte para desplazar a enfermos con una urgencia a los hospitales de la ciudad: «Solo hay una ambulancia para toda una region y si esta ocupada o tiene una averia no pueden hacerlo y tienen que buscar a vecinos que puedan llevarlos».

La mision en Mozambique de Paco termino hace un ano pero ellas continuan con las tareas impulsadas. La cuatro mujeres recorrieron desde el 26 de mayo hasta el 25 de junio varias localidades de Espana como Canarias, Madrid, Caceres y Arroyomolinos, y revelan que «es una gran alegria poder conocer en persona a las mujeres del taller que tanto les ayudan y a quienes estan tan agradecidas». «Ayudar a personas que no conocen simboliza que son personas de un gran corazon».

En su visita a Malpartida, se les hizo una recepcion en el Ayuntamiento y pudieron conocer a las mujeres de la asociacion. Y asi, Malpartida y Mozambique estrechan lazos con historias humanas muy distintas que reflejan que la solidaridad, no entiende de fronteras.

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