FERNANDO MANZANO
Acaba de reunir a los trabajadores de la Asamblea para presentarse. Y le
espera una jornada de trabajo intenso. En su despacho de Presidencia de
la Asamblea las estanterías y las mesas están aún vacías, sin papeles,
sin libros. Es el primer presidente del PP en la historia del Parlamento
extremeño. Y en su caso, la primera vez que accede a la condición de
diputado regional. Es el secretario general del PP de Extremadura. «Yo
estoy a disposición de mi presidente. De momento compatibilizaré las
dos: la secretaría general y la presidencia de esta cámara autonómica».
-¿Le ha sorprendido la elección?, porque en
principio se había especulado con la posibilidad de que el presidente de
la Asamblea fuera del PSOE.
-No, a mí no me ha sorprendido nada. Nosotros desde el
PP-EU hicimos una gran planificación de lo que fue la campaña y la
precampaña en Extremadura, no me sorprendió el resultado electoral,
entre otras cosas porque todos los sondeos hablaban de lo mismo, de que
estábamos en un baldosín, escaño arriba o escaño abajo de la mayoría
absoluta, y tampoco me ha sorprendido nada de lo que ha decidido
Izquierda Unida porque lo que ha decidido IU es lo que decidieron el
conjunto de los extremeños el día 22 de mayo, además de ser ratificado
por las propias bases de Izquierda Unida, que han optado, muy
mayoritariamente, por respetar lo que dijeron las urnas, y es que el
Partido Popular-Extremadura Unida habían ganado las elecciones y eran
los que tenían más escaños en la cámara.
-¿Y en qué momento le comunica a la familia que iba a ser presidente de la Asamblea?
-Bueno, pues el presidente Monago me lo comunicó unos
días antes. Él me había preguntado alguna vez anterior cuál era mi
pretensión, dónde y cómo me gustaría estar. Yo le dije claramente que
estaría donde el partido me necesitase y donde él creyera que yo podía
desempeñar mejor papel en un momento dado. Y cuando me comentó la
posibilidad (y lo tenía muy meditado) de que yo tenía que ser presidente
de la Cámara, pues la verdad es que no tuve opción de decirle nada más,
porque como le había dicho que donde él creyese más oportuno... cuando
uno abre el abanico ya no lo puede cerrar.
-¿En qué medida es importante, decisivo, el talante personal en una responsabilidad como esta de la Asamblea?
-Yo creo que el talante personal en puestos determinados
es bastante importante, porque estamos hablando de puestos
institucionales, no de una institución de gestión, sino de una
institución que lo que gestiona es la palabra. Este es el templo de la
palabra. Aquí están los 65 hombres y mujeres que libre y
democráticamente decidieron los extremeños que el 22 de mayo fueran sus
representantes. Y esos 65 hombres y mujeres lo que tienen es que
debatir, consensuar, a veces discutir, otras veces no coincidir durante
los próximos cuatro años. A mí me toca la labor de ser el árbitro en el
templo de la palabra; intentar ordenar esos debates, llegar a acuerdos y
consenso e intentar desbloquear cuando haya situaciones de bloqueo, que
las habrá. Ese papel me toca también desempeñarlo.
-En el discurso del día de constitución de la
Asamblea dijo que deseaba «devolver el protagonismo al parlamento como
templo de la palabra». ¿Cree que había perdido ese protagonismo?
-Sinceramente, sí. Quizás esto es una deformación de
cuando lo que al final actúa (sea en una cámara autonómica, en un
ayuntamiento, o en una institución) son los rodillos políticos. Cuando
uno tiene la solidez de una mayoría, y una mayoría holgada, como por
ejemplo la legislatura anterior tenía el Partido Socialista, pues uno a
veces cae en determinadas cuestiones que, a veces consciente y a veces
inconsciente, te terminan llevando a una situación como de soberanía. Y
uno tiene que ser lo contrario. Se lo decía a los parlamentarios
también: tenemos que tener el oído en la calle. Nosotros no podemos
estar aquí encorsetados y metidos solo en los temas que nos lleguen aquí
por escrito, vía iniciativa, vía leyes o vía borradores de leyes.
Tenemos que estar mucho con el oído puesto en la calle.
-¿Qué piensa hacer para luchar contra el desapego y la desafección de la sociedad ante sus políticos?
-Voy a tratar de acercar esta cámara al ciudadano lo
máximo que pueda. Ahí voy a poner mucho énfasis en estos cuatro años.
Voy a tratar de visitar distintas asociaciones, instituciones,
ayuntamientos... Voy a intentar sacar la Cámara a la calle. Soy de esos
políticos absolutamente convencidos de que en el despacho físico uno
tiene que pasar el mínimo tiempo posible a lo largo del día. Donde uno
tiene que pasar más tiempo es en la calle, en reuniones con compañeros,
con parlamentarios, con trabajadores de la cámara, con ciudadanos en las
calles, en las plazas, en los pueblos de Extremadura. Porque ahí es
donde uno pega el oído y donde realmente te dicen los problemas que hay
en Extremadura y la cantidad de problemas que tienen los ciudadanos y
las familias extremeñas.
-¿Las declaraciones de bienes pendientes que quedaron de la pasada legislatura se presentarán ahora?
-No hay ninguna declaración pendiente. Todas tuvieron
entrada en el registro de la cámara antes de la constitución de la
Asamblea. Incluida la que tenía pendiente el señor Monago. Todas.
-A qué le teme más, a la dificultad de cumplir
los 12 puntos de IU o a que el PSOE e IU puedan, con el tiempo, pactar
una moción de censura?
-A lo que le temo más es al paro. A la situación de paro.
Los 12 puntos de Izquierda Unida o más puntos que podamos añadir ahí, o
la posibilidad de que en un parlamento en minoría te pongan una moción
de censura, a eso no se le teme nunca. Estoy convencido de que el
diálogo impera en todo eso, y con diálogo todas las cosas se solucionan.
Me preocupa y me ocupa mucho los parados que tiene Extremadura. Me
preocupa y me ocupa mucho la situación económica que tiene Extremadura.
Me preocupa y me ocupa mucho tenernos que atar el cinturón las familias
extremeñas, como yo lo voy a atar en esta cámara. Esta mañana, una de
las cuestiones que le he pedido al interventor general de la Asamblea es
que quiero ver el presupuesto, el arqueo de cuentas y el capítulo de
gastos. Y mañana empezaré a repasar el capítulo de gastos partida por
partida. Y hay que adelgazar el capítulo de gastos de esta cámara.
Porque igual que las familias están apretándose el cinturón, nosotros
también en las distintas instituciones tenemos que apretar el cinturón y
aplicar la austeridad.
-Extremadura ha votado mayoritariamente durante muchos años a la izquierda. ¿Ha dejado de ser de izquierdas?
-[Pequeña pausa]. Yo creo que no hay izquierdas ni
derechas. Soy de un pueblo, y encantado de serlo, que es Malpartida de
Cáceres, donde algunos vecinos decían hace muchos años: «¡Es que
Malpartida es imposible, porque Malpartida es socialista!» Pues creo que
no. Soy de los convencidos de que las ciudades y los pueblos son de
quien se gana la confianza. También las comunidades autónomas y los
países. No creo que haya izquierdas ni derechas. Y si nos ponemos a
analizar un poco, las políticas que ha venido aplicando el Partido
Socialista en Extremadura en los últimos años podrían pasarle por la
derecha al PP-EU perfectamente. ¡Pero perfectamente! Y las políticas que
hemos podido aplicar ayuntamientos donde hemos tenido responsabilidad
de gobernar el PP en Extremadura son políticas que han valorado los
ciudadanos, las han valorado y las han votado el día 22 de mayo. Son
políticas no de izquierda o derechas. Si el ciudadano está ya por encima
de las izquierdas y las derechas, el ciudadano está en los gestores de
lo público, en que si alguien le soluciona los problemas, le gestiona
bien, y si no, le gestiona mal; y si un político ve que se identifica,
se preocupa y ocupa por un problema determinado, entiende que le
representa.
-¿La política es una opción definitiva en su vida o se plantea otras opciones a medio o largo plazo? -Soy
de los que creen que hay que ponerle fin a las distintas etapas en las
distintas instituciones. Hay veces que me han criticado en mi partido a
nivel nacional. He tenido la oportunidad de participar en reuniones a
nivel nacional de secretarios generales autonómicos, donde se habla de
ciertas líneas de actuación del partido y yo siempre he sido de las
tesis de José María Aznar. Yo soy de la tesis de que habría que
modificar la ley electoral y limitar los mandatos, pero a todos los
niveles. ¿Usted quiere ser concejal de su pueblo? Ocho años. ¿Usted
quiere ser alcalde de su pueblo? Ocho años. ¿Quiere ser parlamentario
autonómico? Ocho años. ¿Presidente de la cámara? Oiga, ocho años. Si lo
que no alcance usted en ocho años no lo va a alcanzar luego. Por varias
razones: falta ilusión, motivación, ganas, falta todo... Y yo soy
funcionario de carrera de la Consejería de Educación de la Junta de
Extremadura. Mi vida la tengo resuelta. No tengo la política como un
fin. Esto es una circunstancia. Un paso por la vida, y lo entiendo así
también, una contribución como ciudadano que pueda hacer a mi partido o
al conjunto general de Extremadura en este caso. Simple y llanamente.
-¿Va a seguir viviendo en Malpartida?
-Sí, voy a seguir viviendo donde he vivido siempre, donde
tengo mi familia, de donde soy y donde me encuentro absolutamente a
gusto, que es en Malpartida de Cáceres.
-Parafraseando aquello de Felipe y Guerra, ¿usted
se encuentra más cómodo en la cocina o sirviendo los platos, en
contacto con los comensales?
-Voy a ser muy sincero, porque todos mis compañeros me
conocen y podrían decir lo mismo que voy a decir yo ahora: Fernando
Manzano donde se encuentra realmente muy cómodo es en el debate, en el
cuerpo a cuerpo. A mí me hubiera encantado estar sentado dentro de las
filas del hemiciclo y haber podido salir a debatir en la tribuna en el
cuerpo a cuerpo.
-¿Le preocupa que al llegar al día de la investidura los diputados de IU cambiaran de opinión?
-No me preocupa porque yo creo en las personas, en la
palabra de las personas. He hablado con los tres parlamentarios de
Izquierda Unida. Ellos tienen absolutamente claro no la abstención,
ellos tienen absolutamente claro hacerle caso a lo que han dicho sus
bases, y sus bases muy mayoritariamente han dicho lo que han dicho. Por
tanto, no pueden ir en contra de lo que dicen sus bases. Eso es lo que
yo tengo claro. También tengo claro que la investidura de Monago se va a
producir, va a ser el próximo presidente de la comunidad autónoma.
-¿Qué es lo que peor lleva de la política?
-Las horas que le quitas a tu familia. Sin duda. Las
horas que le quitas a tu familia son imposibles de recuperar. Yo tengo
un niño de 14 años y otro de 9 años, llevo doce años metido en política
en distintas instituciones y las horas que yo les he quitado a mis hijos
no las puedo volver a recuperar ni se las puedo devolver en nada. Son
horas perdidas. Mis hijos no volverán a tener cinco, seis, siete años.
Los momentos que no he vivido con ellos no los puedo volver a recuperar
nunca más.