José Antonio Agúndez, cronista de Malpartida de Cáceres, guía la visita al cementerio de la Semana Espectral
Hoy Malpartida de Cáceres
Malpartida de Cáceres
Martes, 10 de noviembre 2020, 13:07
El pasado sábado, día 7 de noviembre, tuvo lugar en el marco de la Semana Espectral, programa de actividades ideado por el Ayuntamiento de Malpartida de Cáceres para estas fechas, una visita guiada al cementerio municipal a cargo de José Antonio Agúndez, cronista oficial de la villa.
La iniciativa, que llevaba por título 'El camposanto y algunos de sus «huéspedes»: historias malpartideñas', estuvo organizada por el Centro de Vías Pecuarias y la Oficina de Turismo y en prevención de las condiciones sanitarias, hubo de contar con un aforo limitado y asistencia previa inscripción.
La visita comenzó a la entrada del recinto, explicando la concejala Anabel Aguilera que el motivo de la misma era acercar a nuestros convecinos a lugares y personajes locales unidos a nuestra historia para general información y aprecio, pues sólo lo que se conoce se puede amar.
El cronista comenzó disertando sobre los lugares de enterramiento que había tenido la localidad previos a la construcción al actual cementerio y que desde la prehistoria han dejado testimonios en los dólmenes de Hijadilla, las tumbas antropomorfas de Los Barruecos y El Corchao, el campo de urnas y ya en la Edad Media, con el nacimiento de la aldea, en el interior o el entorno de los templos como la iglesia parroquial o la ermita de San Antonio.
Lo más antiguo del actual recinto, que ha sufrido sucesivas ampliaciones, data de 1858, hablando el guía del extenso reglamento que se hizo para el cuidado y buen gobierno del que se hoy se llama 'Cementerio Viejo'. En poco más de cincuenta años ´debido tanto a la gran población que soportaba la localidad como a las periódicas crisis sanitarias que se sucedieron, aquel lugar quedó completamente lleno, tanto las sepulturas en tierra -las más frecuentes- como en panteones o cenotafios. Por ello hubo de hacerse una ampliación de las instalaciones en 1911 -el llamado 'Cementerio Nuevo'- existiendo durante algunos momentos de la historia, según el cronista, espacios anejos como un 'Cementerio Civil' para los difuntos que no profesaban la fe católica, como un pequeño cercado donde se enterraban las criaturas muertas antes de ser bautizadas, -llamado 'El limbo'-. Finalmente, ya en el presente siglo, el camposanto se ha prolongado con el espacio que se ha dado en denominar 'Cementerio del Oeste', cubriendo hoy el recinto casi 18.000 metros cuadrados.
En el desarrollo de lavisita por los diferentes espacios, José Antonio Agúndez se paró en relatar variados episodios y anécdotas de la vida de algunas de las personas que allí descansan, entre otros del hacendado D. Fernando Mogollón Aguilato quien llegó a conocer al mismísimo bandolero Chico Cabrera; o de la muchacha María Chaves que murió a los 17 años y que ya a los diez bordaba con maestría como demostró un extraordinario dechado hecho por su mano y que cuenta con 150 años como se enseñó.



Se habló de alcaldes, maestras, médicos, comerciantes, pastores y artistas, músicos y sepultureros, incluso del tío Juan que los malpartideños invocan para que venga la luz. Una pequeñísima selección de vidas y recuerdos de los que yacen en aquel lugar que tanto dice a los malpartideños pues allí está parte de sus raíces, de sus recuerdos, de su corazón. Un verdadero patrimonio de memoria que iniciativas como ésta quieren mantener y preservar.
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