La procesión del Alba abrió el Viernes Santo

El Viernes Santo amaneció a las 7.00 de la mañana con la procesión del Alba. Un encuentro en el que procesionaron los pasos del Santo Cristo de la Desenclavación, que luce recién restaurado, Nuestra Señora de las Angustias y el Cristo del Gran Amor.

Un desfile caracterizado por el voto de silencio que los fieles hacen a su salida del Iglesia.

Los pasos se dirigieron a la Ermita de San Antonio, donde el sacerdote esperó para recibirlos con una oración.

El recorrido se pudo contemplar por la calle Santa María, la calle Fajardo, la llegada a la Ermita de San Antonio y después la calle Parras hacia la puerta de la Villa. Una vez ahí, regresó a la Iglesia por la calle Cruz.

Más tarde, a las 15.00 horas, tuvo lugar la petición de las Tres Gracias, hora que coincide con el momento de la muerte de Cristo y en el que los fieles se congregaron el la Iglesia para rezar al Cristo en la Cruz y pedir por sus anhelos o necesidades.

A las 18.00 horas de la tarde, antes de proceder a la procesión, tuvo lugar la Desenclavación del Cristo. Se trata de un acto en el que, tras la adoración de la cruz, dos guardadores, según las indicaciones del párroco, desenclavan al Cristo y retiran la corona de espigas, los clavos y el letrero, que son ofrecidos a la Virgen de la Soledad, imagen que también está recién restaurada. Por último, el cadáver del Cristo es mostrado por los guardadores al pueblo y a la Virgen antes de introducirlo en la urna.

Después de este rito, se llevó a cabo la procesión del Santo Entierro con los pasos del Santo Sepulcro y la Virgen de la Soledad. Pasos que desfilaron por la plazuela del Sol, la Calle Cortes, la Avenida de la Constitución y la calle Carmen.

Por último, el Viernes Santo concluyó a las 23.00 horas con el Vía Crucis y la procesión del Silencio, con el paso del Santo Cristo de las Batallas, que recorrió la Glorieta de la Iglesia y las calles Cruz, Camino llano y Sol.